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miércoles, 31 de marzo de 2010

Sin destino conocido.

Abandona el trono con el orgullo del trabajo bien hecho. Lo recordará con el aprecio que se le tiene a las cosas que se pierden con un halito de esperanza en volverlas a recuperar cuando llegue el momento. Y por supuesto se marcha con sus cicatrices… con esas marcas que no son más que una cronología física de lo acontecido.

El dolor hace que la información se asimile mejor. Acaricia la rugosa piel con un tono granate que le franjea la mano izquierda. Sonríe porque le queda bien con un toque de interesante y capitula de su anterior posición… No todos los días se pierde un reino. Aunque tampoco se tiene la satisfacción completa de haber obrado correctamente.

La dictadura era inviable en su estilo…y menos el levantamiento en armas contra sus propios hermanos. Así que… disfruta aliviado de su descanso de todas las responsabilidades… que otro cargue con este muerto y le arroja a su sucesor los despojos de su mandato acompañándolo con un pétreo estrechamiento de manos para que no se equivoquen con debilidades erróneas. Por supuesto sigue siendo el mismo, no hay quien lo dude.

Vuelve a ser dueño de su propia vida por lo que se alegra por ello. Conoce sus zapatillas y los baches de las aceras, incluyendo evidentemente tras años de conocimiento la colocación exacta de aquellas baldosas falsas que huecas por debajo guardan el agua de las lluvias. Lleva años ganando experiencia en eso que se llama vivir la vida. Regresar a su mundo le reconforta porque allí siempre será el rey de sus dominios.

No todas las derrotas se compensan con una victoria, pero en su caso se excusa diciendo que era inevitable… Cosa de ciclos… Lo que gusta hoy ira a la basura el dia de mañana y sino espera y ya veras. Maldita moda… (Riendo a escondidas entre el hueco de sus dientes). No se lo traga ni el mismo conocedor de que algunas cosas son excepción de algunas normas. Piensa para si relamiendo en su cabeza la propia imagen.

Después desaparece tras dar un par de abrazos profundos… se esfuma por el fondo de la calle para difuminarse entre los coches en ambas direcciones. El héroe se va pero la leyenda se queda. Algunos aplauden en silencio para volver a sus quehaceres casi sin inmutarse como quien olvida que estaba haciendo.

Y regresa a su exilio, a disfrutar de sus vacaciones con el olor del mar impregnando su cabello para pasar un toque salobre a su sangre. Sentir la brisa marina y perderse de cualquier mundo donde nunca hubiese estado antes. Deshace del lazo de su regalo pellizcando desde un extremo y aparece en el avión… ha llegado al aeropuerto flotando en su propio autismo del que camina lidiando con cien cosas distintas en la cabeza. Tira de la cadena y deja todo esa basura en Madrid.

Despega hacia lo desconocido con la sensación grata de haber conseguido por fin su propio tiempo. Se acomoda en el asiento de cuero hasta mimetizarse con el tejido. Como un hábil camaleón se queda mirando por la ventana viendo como todo lo que sobra de su cabeza se precipita como copos de nieve mientras contempla el firmamento acolchado de nubes y disfruta de un placentero vuelo.

Sueña con ser rey de un paraíso terciopelado de millones de colores dando vida a las texturas… no le importa que haya gente, no se puede dirigir a tu sombra personal. Pero no le importa en absoluto porque sencillamente se dirige rumbo a un lienzo en blanco en su memoria.

jueves, 25 de marzo de 2010

Naturaleza muerta.


Caen los pétalos de las flores de cerezo para llenar de rosa y blanco las aceras… se huele en el aire la fragancia de tu presencia anticipada, la piel de gallina y esos extraños escalofríos que se adelantan antes de que cruces la esquina. Preparas tu regreso llenándolo todo de vida y cuando ya no quede nada por curar ya estarás sentada entre nosotros sin que ni siquiera no hayamos dado cuenta. El violín va arrojando sus melancólicas tonadas y los corazones mas lastimados han dejado de llorar.

Vendan sus heridas con esperanzas y la alegría por los cambios que florecen en la soledad va regando con aliento aquellos ahogados en dique seco. Tus frescas caricias han terminado por animar hasta los suicidas que embelesados por tanto color se han olvidados de sus tareas pendientes y ahora vuelven a soñar. Sigue lloviendo, limpiando toda la porquería que el duro invierno ha vertido sobre todos los rincones que con el frío han dejado de cuidar.

Ahora el brillo huele a flores y esencias de pino con limón. Los helados poco a poco saldrán a tomar el fresco a las plazas y el sol perezoso te ha comenzado a buscar para ser tu foco en la escena principal que se repite por todo este cansado hemisferio que ha pasado el invierno plagado de un colchón blanco.

Las bonitas faldas estampadas vuelven a acompañar a las largas piernas que interminables darán nuevo significado a las tardes sin nada que hacer. Sus tacones resonando con garbo no son mas que la condena de los que queden apresados a sus cadenas dentro de sus propias conciencias.

Ebullen los corazones y regresan las mariposas a revolotear de flor en flor mientras cumplen su eterna promesa de buscar la máxima belleza. Unos vienen y otros van en este baile que no piensa en cesar. El viento toca una trompeta metálica que hace de coro a una gramola que interpreta mi canción sin cesar. Las notas son arrojadas al cielo para después verlas caer por los peldaños de las teclas de un piano que es cabalgado por unos afilados dedos que saben hacer música, tanto como cualquier cosa.

El tiempo no deja de ser un fiel amigo que nunca se separa pero que tu presencia le da francamente igual. Puede ser tu mejor amigo o un ausente más. Porque sin reproches solo queda libertad dividida a partes iguales y decido perderme en esta realidad abandonada. Recorrer las estaciones que nadie quiere visitar y por supuesto seguir buscando todas las cosas pequeñas que con su esencia estoy por encontrar.

Jugar al escondite con un desconocido hasta que le logre encontrar entre las risas del que sabe donde esta, pero ha olvidado las razones de su presencia y todo arde sin esas llamas tan problemáticas que queman causando un daño que no se pueda curar.

Van volviendo las golondrinas de sus éxodos avivados por el trino de los pájaros que no paran de cantar los coros de los niños que ríen y gritan porque el verano es la siguiente parada que llegará. Y el tren pinta con flores los márgenes de sus vías para que los pasajeros por fin dejen de pasar sus hojas muertas y atiendan la belleza que les brinda una nueva oportunidad.

No importa en el que, ni en cuando, ni donde. Ella no pretende agobiar a nadie y deja que la naturaleza siga su curso, cualquiera que sea. Porque simplemente sólo es digna de contemplarnos mientras roba corazones para convertirlos en caramelos para los que perdieron hasta la sonrisa de tanto llorar. Los parques abren sus puertas y hasta el tiempo ha dado una hora más… Siempre acabará por volverla a quitar… pero hasta entonces… el concierto ha empezado y el público se empieza a animar. Abandonan sus localidades y puestos en pie reciben a Verdi montado sobre alguna de sus canciones.

Abren los corazones con sus cerrojos oxidados de tanto sufrir por el mal endémico de la ausencia de amor. Se hacen nuevas apuestas y en periodo de crisis cualquier trinchera es valida para encontrar un as. Tiro los dados de nuevo para con una sonrisa ver como escriben en mi destino las cifras que mi cabeza desea.

Cierra los ojos y déjate llevar por esa música que te balancea… no tienes prisa ni lugar alguno al que llegar… escoge cualquier carta al azar… porque la suerte esta creciendo como tréboles de cuatro hojas junto a todas las veredas. Muy torpe tienes que estar para no encontrar algo de esperanza debajo de cualquier piedra.

La naturaleza muerta vive de nuevo dentro de nuestros corazones porque supongo que una vez al año queda algo por soñar y desear… porque esa chica que ríe en el fondo de los recuerdos regresa junto a la ilusión de ser feliz aunque sea un sueño sin sentido. Porque lo que no te mata… te hace mas fuerte. Y tú cada año me ofreces una oportunidad más sin mirar mi nefasta hoja de servicios. Por que hasta el último día… no se conoce el final.

No dejamos de ser trozos de algo muerto que vuelve a resucitar. Solo se necesitan las circunstancias idóneas y un terreno labrado con cariño para que el milagro de la vida vuelva a arraigar. De lo demás da todo igual.

lunes, 22 de marzo de 2010

M.B.


La luna se acuna entre los tejados de los rascacielos. Meciéndose tranquilamente sobre delicados hilos de seda. Serena porque en el cielo ella reina cuando se ha marchado el sol. Por encima suya, sólo quedan las estrellas que demasiado alejadas viven ajenas a lo que sucede en la bola cada vez mas azul de la tierra.

Distantes donde las miradas no llegan a alcanzar viven dos estrellas… Y como tales actúan en todos los escenarios donde se quedaron a oscuras. M y B son viejas conocidas. Sobretodo porque M ya estaba ahí cuando la radiante B entró en acción. Y esta historia no deja de ser una historia entre el mal y el bien que lleva desarrollándose repetidamente desde el inicio del tiempo. Aunque no deja de ser la misma cosa mirada desde perspectivas divergentes.

M es una gran estrella, de esas que parecen que nunca acabaran por extinguirse, pero que en la realidad sólo le quedan unos cuantos años de existencia. Sabe lucir con su intensidad desbordante porque inagotable su cuerpo se sigue encendiendo mientras escuche su propia música y siga su vida con su esencia. B en cambio a pesar de tener un buen tamaño, es más joven y aunque diga tener mucha experiencia en eso de iluminar. Sabe auténticamente una mierda de muchas cosas.

Demasiadas… según M… Que posee una extraña ironía que restalla en carcajadas cuando su dedo índice junto su mirada se topa con la B de sus pesadillas y su sequito de errores solucionados no por su astucia. El sarcasmo aparece en escena y riega con margaritas el suelo.

Por cosas del destino la B reina ahora mientras que la vieja M ha quedado relegada a un segundo lugar. El cual sin ser hipócrita piensa de todas formas en ese buen lugar… No es que no quiera obedecer, sino que en realidad ni siquiera desea mandar. Conoce al tiempo y sabe que todo acabara por ponerse en orden cuando a la siguiente mano le den cartas nuevas.

Sabe aguantar, traga saliva y agacha la cabeza… Dentro de si mismo el conflicto entre el deber y la irresponsabilidad hacen una guerra de piquetes, pero sigue mostrando la misma entereza que aprendió hace años en otras galaxias mejor pobladas. Recuerda cuando B llegó y nadie le aceptaba porque le faltaba carisma y le sobraba soberbia. Sonríe porque por suerte todo vuelve a su lugar con los ciclos de las mareas.

Así que resignado hace lo que sabe hacer sin importarle demasiado lo que fingen ser los grandes, ejecuta ese juego con la elegancia del que sabe salir de cualquier problema porque aprendió álgebra y aritmética… Pone su música y sigue bailando tan ágil como el primer día. Lo hace genial porque por detrás los que van en cabeza nunca miran atrás… Vive en su propia burbuja y danza de una forma natural. Brilla sin quererlo porque la excelencia marco sus pasos desde la primera explosión.

Escucha las broncas sin reventar por la ira… vive en otra realidad de la que todavía no tienen las llaves. Es un esclavo por voluntad y por tanto… sabe hacer las cosas tan mecánicamente que ni los autómatas logran seguirle el ritmo, por desgracia no todos pueden decir lo mismo. Porque tiene un corazón que late con la fuerza de las fisiones del helio y la adrenalina que corren por sus venas.

Echa de menos a su amigo el Sol porque ya tienen esas conversaciones que mantenían antes eternamente y porque de sus otros hermanos aprendió el oficio de ser alguien estelar. Ahora la luna vuelve a flirtear con su divina sonrisa resplandeciendo en su espejo de plata orientado coquetamente hacía su posición.

M sigue siendo el niño de sus ojos porque B ni siquiera ha logrado a conocerla. Así que cada noche cansado de la compañía del irritante de su vecino. Baja raudamente a conversar con la luna. Su propia luz sigue llegando años después… por lo que todavía nadie se ha percatado de su verdadera presencia. Viaja a la velocidad del pensamiento entre todas las realidades plausibles y conoce donde quiere estar.

Puede que vuelva estar por debajo… pese a todo… siempre estará por encima. Porque la posición no depende del espectador. Sino de la justicia. El sabe lo que es… quién es… y por supuesto sigue siendo mejor porque lleva mas tiempo ejerciendo su propia hegemonía… Es el hijo del Big Bang y familiar de las mejores estrellas. Brilla con la magnificencia de seguir haciéndolo tras muchos años sin fallar.

Cuando B llegue a su edad… seguirá sin brillar ni siquiera la mitad, porque el estilo y la raza son dos cosas que llegan por nacimiento y no por continuidad… De casta le viene al galgo cuando se le pide que queme el asfalto con sus suelas. Vuela entre planetas esquivando todos los problemas para continuar su placida existencia en paz.

Soporta como un titán las cargas que por momentánea injusticia soporta, porque tarde o temprano le liberaran y podrá volver a ser el Dios en la tierra y el muerto en el cementerio. Sonríe y espera saboreando el silencio de los justos. Calla su afilada lengua conocedor que no todo depende de la cantidad… sino de la calidad.

Susurra al oído de su victima: Todo llegará… y besa la mejilla de la luna sin necesidad de pestañear. Para él todo es un juego en manos de un genio. Mira las piezas y va descubriendo su funcionamiento. Y todo cobra vida antes de que pueda terminar… porque cuando una cosa se conoce el después… tiene lugar. Ante todo hay una diferencia entre saber… y poder ser capaz de hacerlo… Solo un paso que no esta al alcance de cualquiera.

Al final solo depende una cosa y nadie lo puede negar… es importante el ser y el estar… sobretodo si coinciden en el mismo punto. Pero aún lo es mas ser conciente del potencial de uno mismo y sus deseos.

Por mucho que B desee destacar… M conoce que su presencia es la que hace posible la supervivencia de esa galaxia… respira hacía dentro y desde sus entrañas hacía sus adentros desea estallar… Imagina como todo se concentra en un punto para después fragmentarse en una infinitesimal metralla de fuego que arrasaría aquella parte del universo destrozándolo todo para después producir un agujero negro que succionase los restos antes de volver a expulsarlo todo arrojándolo con desprecio e ira. Sonríe y expulsa un silbidito.

Es lo que tiene ser una hipergigante… y B una simple enana blanca. El conocimiento no cabe lugar, sólo entiende de datos y saber utilizarlos. Para algunos es una estúpida herramienta inútil, para otros… el pilar que sostiene un mundo de posibilidades interminables.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Migas de pan.

Resuenan los pensamientos cuando todo para su deambular, se entrelazan formado un murmullo indescifrable. El silencio es insoportable cuando nadie interrumpe esa presión insaciable que nunca se calla. Al final hay que ceder y dejarle hablar.

- La puerta esta abierta… ya puedes entrar.

Puede que ahora ya sea demasiado tarde para salvarse… aunque la verdad es que en fondo sabes que de no hacerlo el calvario puede no tener final. Le conoces hace tiempo y salvo contadas ocasiones siempre ha estado ahí dando la murga. Así que ahora no creo que fuese la vez que se silenciase de buenas a primeras.

No pasa nada… En verdad si que pasa… ocurre de todo en esos momentos en que te dejas llevar. Extrañamente él conoce todos tus gustos y es hábil pintado colores con su paleta infinita. Sabe dibujar hasta los detalles más ínfimos sobre cualquier textura hasta que logra abstraerte de la realidad.

Llevas una vida esperando, porque no probar… Cuando vuelvas… quizás tengas un montón de cartas sobre la mesa… o puede que ni siquiera tengas casa… el viaje se sabe cuando comienza pero no cuando ni donde. Por lo que deja pagadas las facturas y cerrado la luz y el gas…

Te debes ese momento… nos lo debes a todos y por supuesto a ti mismo. No es el camino a ninguna parte… ni siquiera sabrás el cómo. Todo llega cuando esta por llegar. Tan sólo hay que saber esperar… sin prisas, pero sin pausas, como se viste un general antes de ir a la guerra.

Y por fin la logras escuchar… esa vocecilla familiar que escuchabas en la infancia… esos deseos puros que nadie conseguía manchar ni modificar porque directamente no los conocían, exclusivamente estaban en el interior de tu cabeza, después de un largo tiempo… puedes convertir en ciertos aquellos designios que desestimaste por imposibles en la pubertad. Se feliz porque a pesar de ser un “adulto” siempre puedes volver a escucharte a ti mismo como cuando estabas en el pasado.

Cree en ti mismo y confía en que todo tiene una razón. Sino nadie ni nada se hubiese encargado de ponerlo ahí. Únicamente te pertenece por legado ya que eres dueño de tus pensamientos aunque parte del mundo se empeñe en lo contrario.

Nada de los demás y las cosas que funcionan en sus ecuaciones. Ellos no llevan tu calzado y por supuesto no sonríen como tú. Así que déjales con sus ajetreadas vidas en las que no hay lugar para ti, desciende de ese tren en el cual día cualquiera alguien se empeño en montarte sin que lo deseases. Siéntate en ese sitio que te resulta especial por alguna extraña manera y ves apagando una a una todas las interferencias que molesten a tus sentidos.

Aparta todos tus miedos para poder estar en libertad y entonces escúchate de nuevo… hazlo porque no importa quien seas… ni el lugar que ocupe tu sombra en este amplio terreno de barbecho. Porque sin conocerte… no tendrá sentido intentar siquiera conocer a alguien más.

Escoge el instante y no mires atrás. Vuelve a escuchar el eco de tus pensamientos para que te guíen al siguiente portal. Simplemente es jugar a aquello que desapareció entre las preocupaciones y las obligaciones. Un plantío que a primera vista parece yermo y que nos hacen abonar con el esfuerzo de extinguir lentamente el lugar vetado a lo personal.

Gasta aunque sea un minuto de esa vida que ha dejado de pertenecerte. Aparca todo lo que no sea imprescindible porque algún día sabias que tendría que llegar. Escúchate para encontrar un rumbo que poner en medio de un mar de preguntas sin contestar.

Empieza por el principio y la ruta se desvelará lentamente para llevarte al final. Dependerá… de los pasos que quieras dar y la velocidad. El tiempo solo es un testigo mudo de todas las vidas que alberga en sus entresijos en cada vuelta de un mecanismo desconocido al que nadie puede dar forma. Descubre el secreto de las cosas que no te has parado a oír de verdad.

Suerte… porque la única condición era dejarte pasar…

lunes, 8 de marzo de 2010

Disfruta del viaje.

Bienvenido como siempre, pero esta vez no seré tan capullo para así transformarme en una rosa. Me olvidaré del yo y mi maldito ombligo. Dejando a las puertas del presnete todo lo que me sobró en el pasado incluyendo una caja llena de cosas inútiles que nunca he utilizado. Me quedo con las pinturas y los discos desgastados de tanto escucharlos.

No pienso ahogarme en ningún mar que no sea calmado y navegable como el de la cerveza, por supuesto surcaré los granates ríos de vino sanguíneo hasta llegar a Oporto... sin olvidarme de visitar las cataratas de absenta en compañía de las sirenas de Praga y acabar haciendo largos en el estanque de wisky que queda debajo de tu mirada. Vuelve el brillo de las estrellas a guiñarme palabras desde el firmamento de las noches de altura sin usar el arnés de seguridad. Siempre han estado ahí aunque no pudieran verse por tanta confusión que salpicaba mis pies a lo largo de las múltiples mañanas.

Todo ha terminado por girar a su ritmo y por fin has encontrado el equilibrio entre la velocidad y la resistencia. La clave es no ir mas deprisa de lo que te permitan tus pulmones y entre tanto humo al fin has conseguido lograr alguna bocanada de aire fresco, que te renovasen el aliento. Suenan las mismas canciones en el equipo pero se han ido añadiendo nuevas suministradas por un interminable goteo.

Mas no soy nadie para dejar a los clásicos olvidados a la voracidad del tiempo. Algunos deben de ser recordados por encima de su talento. La época no es una referencia, sino tan sólo un momento y como tal debe de ser renovado cuado llega su instante y casan sus notas con ese preciso tempo. Porque escondidos en su pasado esos maestros entendían a la música hasta sentirla y por eso hay que honrarles en la memoria de los muertos.

Nada ha cambiado… Comenta el reflejo sin novedad desde el espejo y una sonrisa inimitable se vuelve desalentadora al otro lado de la realidad. Algunas cosas en cambio no se pueden repetir pero la moneda sigue girando con constancia para arrojar posibilidades en una ruleta rusa con más honor que premio.

La justicia sigue brillando en las placas de las casas de los abogados y la muerte acude como cada mañana a afilar la guadaña en el mercado. Hasta ella sabe que ese hombre de la piedra tiene un arte corriendo por sus venas agudizadas, como buen observador sabe reconocer a un gran profesional que sabe dar el punto óptimo ajustado al milímetro en cada trabajo. Es un tipo agradable pero como todos acabará pasando irremisiblemente por su negocio. La ironía sigue vistiendo de arlequín los domingos por la madrugada, hace mucho ruido pero se cansa pronto.

Por desgracia la suerte no acompaña a sus cascabeles, pero en toda lastima hay otra cara y yo recibo los excedentes semanales que no pudieron entregarse los lunes por la mañana. Me estiro como un gato hasta que colocadas todas las piezas rotas de mi cuerpo vuelvo a dormir cuando ya todo el mundo ha estrenado los primeros pasos de su jornada. Las cadenas son como cordones que estiran para no estrangularse, un alivio interminable de problemas escondidos tras una misteriosa incógnita atada al otro extremo.

La luna volverá a encaramarse a las azoteas de los rascacielos cuando llena quiera iluminarnos con sus plateados rayos… seguro pintara de rojo sus labios para marcar a fuego los besos que lanzará al aire por adelantado. No tiene buenas intenciones, pero en el filo de la cuerda todos los tantos pesan lo mismo a cada lado. Y esta vez no tengo miedo a quedarme allí plantado

Trago saliva para hacer más llevadero el momento. Me quedo solo abandonado en el limbo de las opciones. Esa noche marcara las historias que me queden porque recuerdos como ese se conceden una vez cada mucho tiempo. Esa oportunidad de salvar lo que queda de alma que permanece colgada a jirones aferrada a un alero a punto de precipitarse.

Cuando todo se pare y la corriente del universo cese para devolver el silencio desnudo. Tal como vino al mundo… y de esta forma que exclusivamente se escuchen los corazones. No necesito más que sentirme fuera de mi cuerpo, de este yo clavado al cemento. Regresar de nuevo a la luna porque me he cansado finalmente de tanto asfalto y nuevas capas de pintura.

Necesito reingresar a ese lugar donde dormimos acurrucados noches enteras, vigilando tus pesadillas mientras escarbaba entre los rizos de tu pelo para que nada quedase anudado cuando saliese el sol. Reírnos durante la mañana y que nos encuentren los rayos vespertinos frotarnos suavemente contra la fina arena de plata que erosiona nuestras pieles de cualquier mal recuerdo que hubiese quedado adherido hasta lograr así disimular nuestras cicatrices cuando vuelva la oscuridad.

No recuerdo si quiera cuando fue la última vez que me sentí tan completo en una obra sin sentido del cual he recibido un personaje firmado y dirigido por anónimo. Busco esa sensación marchita para devolverle la vida que le corresponde.

Siento ser tan yo como soy y no poder ser otro cualquiera más interesante.

Hace tiempo que acepté todas las cláusulas de mi contrato porque una vez empezado el relato el espectáculo debe continuar y no soy quien para negarle al público su trozo de felicidad. Desconozco mi significado pero a cambio tengo trozos del destino. Algunas veces el puzzle encaja y otras estoy tan alejado que las cosas pierden el rumbo y es cuando me siento plastilina en manos de un niño aburrido.

Puedo coger cualquier forma antes de volver a ser un trozo de algo abstracto. Es curioso porque sólo encuentro mi imagen en las ocasiones que se refleja en tus pupilas. Brilla tu sonrisa junto a las demás galaxias de tu cuerpo y yo me fundo en el agujero negro de mis silencios. Escurriéndome junto a las cosas que nunca tendré valor de decirte y que en tantas vidas te he dicho.

Eres la razón de mi existencia aunque yo nunca hubiese vivido.

martes, 2 de marzo de 2010

San Gabriel.

Pasa una noche más conmigo. Una de esas en que las estrellas dejaban de gotear en el firmamento del cielo. ¿Recuerdas?... El tiempo paraba para darnos una oportunidad. Confía en mí de nuevo, agarra mi mano y salgamos a bailar hasta que las aceras se cansen de nuestros pasos desgastadas por tantos giros y el día comience de nuevo echándonos del mundo a los gatos.

Volvamos a la cama cuando ya no quede nadie dormido y podamos quedarnos con el calor de todas las habitaciones abandonadas por el camino. No tengas prisa porque el tiempo habrá vuelto a estar a nuestro lado. Le conozco hace tiempo, tú; quizas un poco más, pero a los dos nos trata por igual.

Pídele de nuevo permiso para que nos deje libertad suficiente para vivir diez años más con el recuerdo de un sueño fabricado en la realidad. Siento haberme perdido todo este tiempo deambulando por la ciudad sin encontrar tu rastro. El olor ya no es el mismo y he tardado una vida en comprender que lo que en verdad seguía era tus pasos.

Cuando me di cuenta, todo estaba señalado y cualquier sendero me remitía. Llevaba tiempo mandando mensajes a domicilio sin conocer siquiera la dirección pero algunos de ellos se que han llegado. Tú puedes hacerlo porque aunque nada esta escrito, también se sabe que algunas cosas son inevitables.

Demasiadas vueltas de campana que contar con caricias en mi cara, permiteme presenciar el tacto tangible de tu presencia y así será algo nuevo para un personaje conocido. Vuelve a contar las manchas de tinta que dibujaste en mi piel mientras gastábamos una tarde en la estación de mi regreso. Yo quería volver y puede que desde ese día nunca lo haya logrado quedando en el limbo entre aquella y esta realidad. Aparcado del suceder del tiempo dejando a mi cuerpo ser un autómata descontrolado.

Quiero pensar que es un sueño, pero duele tanto que comprendo que sigo siendo un insomne más nacido de la luna y el fuego del sol. No me daba miedo nada hasta que conocí tu existencia. Entonces en cada cruce el mundo me comías de un bocado por debajo de los pies para dejar a tus pies un trozo de mi esencia perdida.

No he pedido nunca nada que no fuese volver a sentir la sensación de dejar escapar el alma por los labios y aun sabiéndolo despedirme de ti sin guardarte ningún rencor. Una dulce perdida digna de la perdida de la cordura. Para algunos un gran precio… para mí una excelente inversión. Y es que la justicia es ciega a partes iguales pero sus policías pegan duro con la suya propia.

Se que el tiempo no puede regresar. Lo he intentado y hasta la fecha solo he conseguido que vaya hacia delante… salgo un par de ocasiones en que desconozco en que sentido iba. Puede que mi viaje se parase en ese instante, pero al final siempre he conseguido pagarme un billete nuevo de alguna forma.

Lo que mas echo de menos es aquello que nunca tuve y que no se si lograré tener porque la incertidumbre es un niño con un helado en mitad del verano. Tú puedes decir misa que lo que ocurrirá solo depende de una persona y en cualquiera de los casos no te pertenece esa elección.

Y es que contigo deje de apostar. Deje de ejecutar la laboriosa tarea de interpretar tus acciones a tiempo real porque siempre acababas quejándote que no te prestaba suficiente atención debido a que andaba como ausente.

Se que no soy nada sencillo de tratar. Ando siempre demasiado lejos allí donde a cualquiera le cuesta llegar. Se que es jodidamente extraño y te cuesta a rabiar, pero llevas tantos años haciéndolo que al final has terminado por acostumbrarte al ciclo de mis mareas. Tú puedes asegurarme que has cruzado océanos de tiempo para encontrarme y simplemente te digo que he estado esperándote y que para ello tuve que atravesar cada uno de los nueve infiernos a los que me condenarán.

Lo hago porque desde hace tiempo descubrí que tu eres el significado de la única ecuación que no tiene explicación, porque es como ver el resultado a algo que no se puede explicar. Simplemente se hacerlo y solo funciona cuando tu estas al otro lado. Sellas el instante de oro y es cuando el mundo se para.

Y nosotros continuamos. Ven sígueme, te llevare a tus deseos si me coges de la mano.
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