Seguidores

martes, 29 de noviembre de 2011

Fragmentos de ser


Sigue sonriendo aunque el mundo se quiebra
su vida esta remendada a base de hilo y aguja
apaños zurcidos que le hacen seguir adelante
porque el dolor es como una oración de noche
a pesar que no cree en ningún Dios escondido
en los agujeros de la bóveda del firmamento.

Sueña con marcharse de viaje a vivir a la luna
mientras cuenta todos sus puntos de memoria
como quien recuerda cada polvo que ha tenido
o alguna reiteratación con derecho a recuento.

Él solo quiere huir al sitio donde la gravedad
no tenga sentido y las cosas sean de la levedad
de las plumas y el dolor de las caídas el efecto
de una piedra en un estanque desapareciendo.

Ondas concéntricas… energía en movimiento
caminando sobre las aguas sin usar un cayado.

Viajar por la tierra con la ayuda del telescopio
viendo el ocaso del mundo formándose debajo.

Notar la brisa que le acaricia la piel y las heridas

Se siente evaporarse en el silencio de las estrellas

domingo, 20 de noviembre de 2011

Campos de castilla.


El pasado vive a la vuelta de la esquina, es como ese vecino indeseable que tarde o temprano acaba por cruzarse contigo cualquier día de la semana. No importa lo que intentes esquivarlo, evadirlo o incluso planificar todo para evitar ese determinado momento. Al final sucede.

Ahora toca rescatar fragmentos entre el polvo, igual que un paleontólogo con su brocha, escarbar y encontrar el tesoro que esconde el secreto de cuando conseguías sentarte delante de un libro y no querer huir a ninguna parte. El  presente suena a fuga de segundos como una cañería mal ajustada, lo malo es que el depósito se esta vaciando en medio de la peor sequía de la historia.

Pero al menos, la tierra huele a mojado… toda la muerte y la ceniza de la ciudad se esta convirtiendo en un buen sustrato donde plantar algo. El invierno promete ser tan duro como los trabajos forzados que habitaban por Siberia entre los osos polares. La incertidumbre ya no juega con Heissenberg por las mañanas, a veces es como una soga danzante atada a una viga. Baila al ritmo de un metrónomo con los pulsos tan lentos que parecen poseer el compás de la eternidad.

El reloj sigue con su maldición en forma de letanía arrancando días del calendario… no entiende de concesiones, es como una bomba de relojería grapada a la espalda. Escuchas los pitidos, pero desconoces lo que queda de tiempo. Lo importante es que si encuentras ese punto intermitente y logras que las pulsaciones se sincronicen con el, el tiempo se vuelve una línea infinita donde la paciencia es un vehículo impulsado sin energia.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Partículas flotantes


No soy del cielo, ni tampoco de la tierra. Provengo de un sitio perdido entre las páginas de uno de los libros mas famosos del mundo, aun así, mi destino es una incógnita al final de toda ecuación posible. Un desconocido que ni a anónimo llega, pues ese ya es alguien conocido por tantos que su nombre es una referencia en las bibliotecas.

A pesar de todo sobrevivo como las cucarachas a pesar de no tener uniforme. Sin dioses que seguir soy como una moneda lanzada al aire que oculta hasta el último instante la verdad de su suerte, un comodín mimético que se difumina en el ambiente hasta que la patria con sus fronteras se disuelve bajo los pies y es cuando sin deber nada a nadie ni poseer obligaciones cabalgo mi camino sin libro de instrucciones.

La prueba y el error es la única doctrina que realmente es capaz de sustituir el arcaico teorema de la evolución de la especie más fuerte. Hitler llora en el infierno mientras el mundo se vuelve un colage de civilizaciones que tienen algo que contar a la historia. Una enseñanza eclipsada por el ego que reside en los ombligos del que cree que la verdad de su realidad es única y absoluta.

Cuando todos dejen de luchar contra su enemigo en el mundo, puede que entonces empiecen a escuchar que hasta el silencio es capaz de contarte quien eres y cual es tu destino.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

22"

En el fondo todo sigue igual
pasa el tiempo y las estaciones
queda la gente en sus historias
como siempre… como nunca…
y ese equilibrio da su placer
al que navega entre dos aguas
sabiendo perfectamente donde
queda cada puerto amigo en el
que atracar cuando la tempestad
amenaza con tragarse el mundo
y hundirlo donde no llega la luz.

Algunas cosas no cambian jamás
y ese sencillo dato es el que ni
la amnesia podrá borrar de esa
memoria fragmentada que dejaste
allí por donde tus pies caminaron
descalzos dejando su huella y
esa esencia familiar que nadie
puede olvidar, ni quiere, ni osa
ya que todo tiene sentido cuando
suena la melodía y reconoces el
estribillo que una vez tarareaste.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Primer paso.


He pasado el corte y esta primera victoria me sabe a gloria, mi medio cerebro baila sin parar, satisfecho, orgulloso y con el pecho henchido. Pero no es la hora de celebraciones, si no de seguir avanzando trinchera a trinchera, paso a paso. Me queda aun un largo camino hacia el fin de todo en lo que me he aventurado.

Sigo sin tener alas… pero aun así, no me da miedo saltar al vacío, lo peor que puede pasar es que me estrelle, aunque la verdad es que seria aun mas grave de no intentarlo. Siempre ha estado ahí el fuego, me ha llamado de todas las formas posibles desde la cuna y ahora que puedo. Voy a por la siguiente prueba en un mes.

Quizás poco tiempo enfrentado a que me he pasado demasiado en la parra. Aun así… no me lamento de mis actos, sólo necesito concentrarme lo suficiente para que pueda quedarme quieto a pesar de que el mundo se siga moviendo.

viernes, 11 de noviembre de 2011

J. Rojas.


Era un hombre con todas las letras
padre de quien estaba a su guardia
amigo del resto que quedaba.

Un señor de antaño y con redaño
y a un cigarro también pegado
pero siempre hay un vicio oculto.

Aunque sinceramente lo mostraba
no era de guardar a las espaldas
ni de esconderse detrás de piedras.

Una barba pensante donde fuera
me alegro de estar en esa historia
orgullo de estar en su presencia.

Un poema no tiene las palabras
suficientes para describir a
un tipo tan grande y venerable.

Pues la huella que en mi dejo impresa
no puede borrarse ni con tiempo
ni la pena de no volverle a ver.

Es una obra maestra escondida en la
memoria visual de quien recuerda
haberle contemplado en su esplendor.

martes, 8 de noviembre de 2011

Apnea profunda.


En tu presencia me quedo sin aire que respirar
y el corazón se me acelera como si cayese por una
   espiral que no termina nunca y que se extiende hasta
      unirse con el infinito que es el horizonte más alejado
          deseo bajarme de ahí, pero he perdido las uñas por la
            velocidad y ya no me quedan mas vidas de reemplazo
               que pueda gastar… me encuentro tan desnudo como
                  desarmado y la sensación de impotencia va trepando
                     por mi espalda igual que un gato cabreado porque si,
                        las fuerzas se desvanecen hartas de luchar sin vencer
                           ni moverse ni un ápice de ese punto intermitente que
                              no va a ningún lugar, pero tampoco comunica nada de
                                nada, y el oxigeno se convierte en la necesidad real un
                                   ahogado con ganas de vivir y que piensa en subir como
                                      si fuera espuma de cualquier bebida agitada… o tal vez
                                         ser un cohete de esos que se pierden en la inmensidad de
                                            de la noche entre sus estrellas, no importa si vivo o muero
                                               en esta maldita guerra de los cien años. No quiero saber ya
   de ti, porque siento tus tacones clavados en mi pecho sin
      parar de hundirse lentamente buscando la medula. Hay
          a veces que el final suena a rama rota en mitad de un
            silencio que puede cortarse con cuchillo. Tu última
               historia es tan breve que el punto de pierde por el
                  margen de la derecha sin remedio, voluntad ni
                     ganas de intentar salvarte del paredón donde
                       tantas veces baile delante de una legión de
   balas que llevaban mi nombre. Ahora a ti
      toca hacerlo con los ojos cerrados para
         siempre, que te jodan cielo, me bajo
            aquí, creo que me pilla más cerca
               de mi propio destino que del tuyo.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Viejos desconocidos.


Todo el mundo ha esperado algo, aunque fuese una vez en su vida. Yo tenía algo así… podría haberme pasado una vida entera aguardando a que pasara, o al menos que ocurriera algo que fuese casi parecido. Me hice tan bueno esperando que el tiempo pasaba dos veces más rápido en mi persona.

Suena extraño que alguien quiera pasar su vida al doble de la velocidad normal, las cosas pasan sin que te des cuenta, el día de trabajo se acaba en un abrir y cerrar de ojos, o las desgracias se esfuman en un segundo… lo malo es que las buenas pasan igual de efímeras… y muchos otros sucesos positivos también avanzan raudos como balas, degustar un plato o una bebida, una cita agradable o un placer oculto.

Cuando quise darme cuenta que una vida a marchas forzadas no era del todo lo que a alguien le gustaría para si mismo, comenzaron las preguntas sin respuestas, la búsqueda de lo que no funcionaba, primero desde fuera y cada vez avanzando hacia dentro, todo iba demasiado veloz…

Las preguntas se sucedían una detrás de otra y eran como una avalancha que sepultaría todo rastro de vida a su paso… era incapaz de cogerlas y retenerlas, como un tren expreso que pasa por tu lado y que no puedes agarrar a riesgo de tu seguridad. Todo volvía y se iba con la misma velocidad que había llegado. Era un caos absoluto y la lógica rebosaba por los bordes de la pecera sin quedarse nunca llena de nada que no estuviera en transito.

Todo era como una película a cámara  rápida. Hasta que un día caminando por la montaña le encontré a él. ¿Quién?

Nunca supe su nombre porque solo me lo dijo una vez y no lo escuche porque iba muy deprisa… luego me dio vergüenza reconocer que no me acordaba de algo tan simple como saber como se llamaba. Tarde días en poderme quedado parado en ese banco de piedra donde estaba ese señor ya bien entrado en años mirando el horizonte. Conseguía quedarme parado unos instantes antes de salir escopetado en otra dirección. Mis estancias fueron prologándose más y más hasta que un buen día, logre escuchar la historia entera, la misma que siempre me relataba.

Me contó muchas cosas, pero la que me sorprendió en demasía fue la de su propia vida, él al contrario vivía su existencia a la mitad de la velocidad a si que a sus 90 años en realidad solo llevaba 45 vividos. En cambio a mis 25… parecía ser incluso mayor que lo era mi acompañante.

La verdad es que ese banco era como una paradoja espacio temporal. Siempre suponíamos que entre los dos, el tiempo avanzaba con normalidad, pero de alguna forma al entrar en nosotros tomaba diversos caminos, como la luz que atraviesa un líquido. Cada uno teníamos distintas densidades reía el viejo al contarlo.

Tarde meses en escuchar el relato al completo, sencillamente porque hasta en la palabra tenia su parsimonia aquel hombre. Cuando termino con ella, solo me dijo. Chico cálmate un poco, o te perderás lo bueno.

Ciertamente me había perdido mucho en tan infructuosa espera, así que decidí a partir de ese momento que quizás tuviese razón, porque tanto tiempo a su lado me hizo bajar el ritmo… no hasta llegar a la normalidad, pero si como para tomarme las cosas con más tranquilidad.

Puede que haya malgastado mucho en poco tiempo, y que tenga el cuerpo como un adulto en la rampa de bajada, pero en aquel banco descubrí que cada día merece la pena de ser vivido como si fuera una gota de agua en mitad del desierto. Con tanto ímpetu que hasta a la mala fortuna le puedas sonreír al verla llegar.

Aunque algunas cosas no sucedan nunca, no importa si sabes conservar la esperanza cueste lo que cueste, pues a mayor adversidad… menor lastima al no conseguirlo. Si esta en tu destino siempre se puede alcanzar si no se deja de luchar.

sábado, 5 de noviembre de 2011

La piel que mudan las serpientes.

Todo lo que construiste durante estos años
se desmorona como un castillo de naipes
azotado por el viento que dejaste al irte
los recuerdos se difuminan como humo
sucesos mezclados con la imaginación
dentelladas los domingos al mediodía
ausencia el resto de la semana entera
ya no queda nada de lo que vivimos
el hielo ha inundado este universo
sin estrellas el cielo es otro techo
no hay esperanza de color verde
el gris avanza entre las sombras
soy como un vegetal en coma
entro en la ducha y lloro con
la lluvia infinita derramada
sobre mis hombros y yo
desaparezco disuelto
junto a lo que sobra
por el sumidero
hacia el fin.

viernes, 4 de noviembre de 2011

La carta minada.


Soy la peor de tus noticias
aquello que tu no precisas
lo más temido por tus ojos
odiado por tu corazón rojo

Vengo dentro de un sobre
sin remitente, ni nombre
solo una dirección viene
y es a donde ya no vuelve

Como destino sin retorno
aciagas palabras escondo
en un interior tan oscuro
cual miedo que encierro

Temida carta de baraja
cual asesino cruel raja
sin oro, ni copa, ni paja
soy tu muerte, ven y baja.

Deja tu orgullo salpicando
las paredes, tu odio llorando
ya no chilles pues no se oirá
porque el mundo se pliega
tras la explosión queda nada.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...