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sábado, 20 de diciembre de 2014

Coolrunning.



Y sigue en mí tu recuerdo latente, como una canción de infancia que no olvidas jamás, pero lo más duro de tu ausencia, no es ella en si misma… sino lo que viene detrás.

Cuesta ir a un sitio donde sabes que te encontrarás recuerdos porque toda historia se comparte de alguna manera. Pero también se agregan otros nuevos con caras que te recuerdan a esa persona.

No les conozco demasiado porque ando perdido en un infierno si mucho descanso, pero cada uno de los que no conociste lleva algo de ti, del abuelo y de la abuela, lo divertido es buscar las evidencias. Sin saberlo, tienen talentos ocultos que encontraran con la edad.

La paciencia es algo que se cría durante años para aún así perderla conlleva facilidad hasta bien entrada una edad… si algo aprendí contigo fue a encauzar, canalizar toda esa energía que sobraba y utilizarla para un mejor fin. Arreglabas personas como con casi todo lo que tocabas.

Eras un técnico y lo sigues siendo, uno de esos que abren las cosas, ven lo que fallan y después lo vuelven a montar. Tu curiosidad era pareja a tu paciencia, y criabas a ambas por igual… y sin duda tu energía tampoco se agotaba, pero tú supiste darle mejor uso incluso a riesgo de perder tiempo ocioso y personal.

Te gustaba juntar a la familia… lo era todo para ti y también para nosotros. Es difícil de llenar los huecos desde entonces hasta ahora. Hay mucho espacio que rellenar a pesar de las nuevas incorporaciones. Algunas ausencias pesan más que otras, siempre que llego a tu día sonrío aunque me apene, porque al menos recuerdo algún que otro día del calendario y recuerdo las historias y los cuentos de los días de verano y también de invierno.

martes, 11 de noviembre de 2014

Estaciones de paso.


Ni he muerto, ni tampoco desaparecido…
simplemente me fui donde habita el silencio,
a masticar palabras y musitar ideas tranquilo
mientras el mundo gira sin perder el rumbo.

He pasado el último tiempo
saltando de lado a lado sin que ni estribo
ni cadena pudieran dejarme anclado
a ningún lado que pudiera generar hastío.

Y ahora apunto de cambiar de año
cuando casi se ha digerido el otoño
regreso de entre las sombras del limbo
preparado de nuevo para luchar sin descanso.

El frío se ha instalado en las grandes avenidas
y no piensa marcharse sin tomar victimas,
congeladas en cualquier muchas de sus esquinas
como un vulgar semáforo de esos con estrías.

Pasa el tiempo y caen los años como los copos
o la ceniza que baila en cada uno de los infiernos
que van desde mi memoria hasta la de los muertos
sin pasar por la casilla de salida ni tener remordimientos.

martes, 21 de octubre de 2014

Post it.



Ya no hay torturas como antes… se lamenta el buen lunático frente a su imagen en el espejo en la celda de su prisión. El agua gotea al otro lado, mientras su vida se escurre por el sumidero entre borbotones sobre la espiral que la engulle.

Desde que el diablo cruzo el charco, el resto de demonios quedaron desamparados y sin un líder que los llevara por algún camino que no fuera el correcto, se perdieron en tantas direcciones que encontrarlos llego a ser una labor titánica que con el tiempo se escabulló en el olvido de la humanidad.

Pararon los sacrificios y las hogueras públicas, se extinguieron las horcas y las guillotinas. Finalmente la evolución sucedió como se abren las flores nocturnas, sin que nadie se diera cuenta. Pero detrás de cada avance hay fracasos escondidos por doquier y cuando se perdió el miedo al dolor y sus consecuencias, florecieron todos esos mezquinos que andaban acojonados en las sombras.

Pederastas y perturbados poblaron la tierra sin temor a represarías. Les ofrecieron la mano y como todo hijo de vecino agarraron hasta el codo para engullirlo sin medida, el robo se tomo como deporte nacional sustituyendo a la inquisición por algo más benévolo como la hipocresía y la mentira. Y poco a poco los canallas heredaron todo aquello que las buenas personas abandonaron cambiando el esperpento por decadencia.

En fin, desde un infierno helado y abandonado hasta la dejadez… siguen rezando por que los viejos tiempos se levanten de nuevo para que sin una patrulla espectral que juzgue lo bueno de lo malo con absoluta objetividad, regrese a la vida para volver a llenar el mundo subterráneo de todos aquellos pecadores sobre los que verter el veneno de las palabras y poder arañarlos con la ponzoña de una alma corrompida hasta la medula.

Sonrisas ardientes bailando en círculos alrededor de todos aquellos caídos que sin voluntad para erguirse caminan a cuatro patas sumidos en la vergüenza de que finalmente comprendieron que sus actos no eran ni tan naturales ni tampoco instinto. La ironía se afila las uñas en las pizarras de las escuelas mientras en el congreso juegan al pilla-pilla y a contar mentiras.

miércoles, 15 de octubre de 2014

Realidad amplificada.


Dispara, gira y continúa haciéndolo hasta que se acaben las cosas que lanzar
después no te rindas, sigue luchando incluso cuando no quede sangre en las venas
ni aliento que derramar, pelea contra la mismísima muerte en duelo.
Para llegar al infierno… ó cualquier destino escogido.

La guerra empieza el martes y termina el domingo por la madrugada
mientras tanto cada día te encuentras entre el barro y la escalera a la gloria
no llores, ni sufras… tampoco te compadezcas ni busques la razón absoluta
la mayoría de tus problemas se irán como vinieron… los que no
siempre tienen solución, sólo hay que encontrarla entre la maraña posible.

Nunca desfallezcas y sonríe cual inmortal que baila en mitad de la batalla
esquiva, miente y mata para que el beso de la muerte sea el último que recibas
y si acaso la ves enfrente tuya, huye hasta que puedas entregarle a otro en sustitución
porque tu boca tiene dueña y la poseerá mientras tu mundo siga siendo este planeta.

Demonio de la sonrisa naciste y en la adolescencia mutaste a un grado mayor
cola, garras y colmillos son herencia de tu paso por el infierno junto a tus hijos
con cuerpo de metal, carne de tu sangre y alma nacida del mismo fuego que te riega.

No hay historia sin final, ni leyenda sin principio,
mientras haya estrellas en el firmamento oscuro de la noche
las calles permanecerán dormidas entre el otoño frío y el invierno helado
esperando a que todo cambie mientras la tierra da vueltas hasta vomitar el presente
viciado por las mil y una noches de insomnio que te soltaron desnudo en mundo vacío
y sin más futuro que repetir cada día la misma condena que desempeñas desde siempre.

miércoles, 8 de octubre de 2014

No hay prisa.



Se sumerge en el día como un buzo con escafandra y zapatones de metal. Nada le molesta, ni siquiera el maldito tiempo le presiona en un mar donde hay pocos que puedan bailar como un alga, aunque en verdad no le gusta quedarse parado demasiado tiempo en un mismo lugar.

Salta a la calle y nota la fresca caricia del otoño, camina entre senderos de hojas mientras disfruta de las calles que se han ido vaciando de gente y llenándose de coches desde las vacaciones. Se desliza entre las sombras mientras busca con el diafragma de su ojo algo que inmortalizar por su sencillez o quizás por su magia, mastica palabras y escupe imágenes, dispara sobre sus objetivos con precisión mientras exhala el aliento. Roba algunas sonrisas que luego venderá a los tristes que van al infierno y captura personajes que dar a los que tienen amnesia.

Olfatea el aire entre la mantequilla de las pastelerías recién horneada, sigue el mapa de su cabeza, avanza entre recuerdos e imágenes nuevas, cazando en las calles como si fuera su jungla de cristal y asfalto. Cuando tiene suficiente, se escabulle entre la gente y empieza su particular remonte contra la corriente del río hasta llegar a su meta.
Se escurre como una anguila que zigzaguea contoneándose entre las estelas que dejan las personas a su paso.

Baila cual delfín delante de los barcos mientras guitarras eléctricas y violines se alternan en sus auriculares, la armonía de las cuerdas le hacen oscilar y el son de los tambores avanzar hasta la siguiente pista. Cambio la caña de pescar por una cámara y ahora practica la pesca submarina desde el otro lado de la pecera sin la necesidad de mojarse ni causar sufrimiento a nadie. Cada noche al volver a la cama se lanza de cabeza a ella, cambia las aletas por alas y se desliza entre las nubes de sus sueños para volar hasta que amanezca.

viernes, 3 de octubre de 2014

M y su estrella.



La mejor manera de comenzar una historia es por el principio… M fue un hijo del fuego nacido en mitad del invierno. Como inicio promete sino fuera porque venia por duplicado. Como en toda pareja siempre hay uno bueno y uno malo. Después de muchos años, todavía me pregunto cual es cual en este enredo de cunas.

Ahora en la actualidad, cada uno ha ido por su lado. Uno consigue estrella y el otro la fabrica con esmero y compañía. Como siempre es imposible que un caballo este quieto demasiado tiempo, pero a cada uno por separado, la verdad es que no les va nada mal. Pero cuando pienso en M, nunca logro separar a la variable B de la ecuación y su pulgar de menos.

Hace ya dos años que se despidió de Madrid y de otras tantas cosas que dejo en España. Supongo que la mejor manera de brillar no es esperando a que se apague la luz, sino buscando el destino hasta coincidir con el. Y en estos momentos lo ha conseguido y no creo que sea de los que una vez en la cima se sientan a paladear la gloria.

Él continuará trepando hasta quedar exhausto o morir en el intento. Así que sigue así sin lastres ni nadie que te lo impida porque aunque caigan cientos tú seguirás levantándote y esa es la única manera de seguir siendo lo que eres… que además de testarudo es una estrella.

Cuando pienso en rock&rolla te veo a ti, a T y a mi en el salón de Maria de Molina. Cada uno estilo y una casa… pero al caer el sol eran los mismos gatos con distintas pieles. Y aunque nunca pueda llegar a ser como tú, no te tengo envidia ni siquiera un poco porque eres como un hermano y también me consuela la idea de que tú nunca podrás ser como yo.

Silencio contra palabras y cada uno con su mirada perdida en un mundo alternativo. La gente dice que se conoce y muchos creen saberlo pero pocos conocen la respuesta. Sólo entre la familia consigo permanecer tranquilo sin la necesidad de hablar. Y por muchas trastadas que me hagas, como hermano mayor de pega, sólo puedo sentirme orgulloso de haber aparecido en tu historia, aunque fuera en el medio durante un instante.

Sigue brillando hasta que provoques un incendio, tarde o temprano volverán a cruzarse nuestros caminos en cualquier lugar del mundo.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Pilas alcalinas.



Empezar siempre era fácil, terminar no lo era tanto… cuando las teclas comenzaban a escucharse en mitad de la madrugada a veces era como una tormenta de verano, corta y violenta o se aventuraba en forma de chaparrón lento y constante sin dejarse un centímetro de tierra sin calar.

Aunque no hubiera rastro de ningún tipo de vacaciones ni en el pasado reciente, ni tampoco en el horizonte venidero. Había logrado descansar durante un poco esa vida tan rara que era la suya. Las noches seguían dándole cuartelillo, los días no tanto. Muy pronto volvería a la guerra pero hasta entonces disfrutaba de lo que era la nada. Nada importante que hacer ni siquiera algún compromiso que cumplir.

Casi había logrado desaparecer del mundo en ese instante cuando el mundo anda tan concentrado en restituir las rutinas abandonadas por el verano que no se da cuenta de lo que ocurre justo al lado. El frío había vuelto a parecer por las esquinas y las desesperantes noches de agobiante calor acabaron por marcharse hacia ya semanas. Los resfriados eran la orden del día y si te distraías un momento pescabas uno sin remedio.

Después de la tormenta, llega la calma era un dicho acertado y también lo era su realidad que se cumplía a su vez en la viceversa, pues desde hacia demasiados ciclos, vivía en lo que venia siendo su particular montaña rusa parecida a la mandíbula de un carnívoro de la sabana.

El otoño llegaba con sus hojas muertas corriendo por las calles abandonadas al ajetreo, incluso el sol se retira para amanecer más tarde y anochecer más temprano. Llega la melancolía de los recuerdos, colocar historias y almacenar cosas que no se hicieron en una lista que la mayoría de las veces acaba en la papelera por descuido. Retoma lo perdido el viento y la lluvia y las calles desiertas vuelven a decorarse con el atrezo de un invierno no del todo desconocido.

Siguen sonando las letras, pero ya no se escuchan ni las palabras brillantes, ni los minutos de oro, se llena de ausencias una novela sin punto final hasta que la muerte venga a sacar a bailar a su último amante. Pero no hay miedo, ni recelo… ni siquiera queda odio y si buenos y malos recuerdos con los que gastar los segundos de silencio que puedan instalarse entre el batir de estrellas y el sonido de las bestias que siembran las pesadillas cada madrugada entre que el cuerpo se apaga y se enciende otro día.

sábado, 20 de septiembre de 2014

Cruce de caminos.



He me aquí, de nuevo en la mitad de ninguna parte… en ese lugar que no me gusta estar ni me cuesta nada seguir en el. Tacho las décadas en los anillos de mi columna y la mayoría de las cosas siguen igual, sólo cambian los exteriores mientras lo de dentro permanece inalterable a pesar de vivir en una ciudad llena de espejos.

Hacer el mal es tan sencillo como hacer el bien pero mucho menos aburrido, se empiezan con pequeñas trampas, engaños diminutos y mentiras modificadas… pero una vez usas las semillas, lo malo crece como una hidra alimentándose de todo lo que no se puede digerir.

Cuando te das cuenta ya has andado demasiado y no hay regreso… dicen que siempre lo hay, pero nadie se acuerda de que algunas memorias son mejores que otras y que no hay salvación cuando existe un hemisferio del cerebro abarrotado de información útil para la supervivencia pero no para la sociedad.

Así que guardas a otra bestia en tu prisión personal y te pones otro traje de camuflaje para parecer algo más inofensivo cuando salgas a la calle a la mañana siguiente. Lo único seguro es la muerte, la vida es incierta es un eslogan que deberían poner en la radio en vez de tanta publicidad.

Te acostumbran a los limites y a las fronteras, te enseñan a no usar atajos y a persistir ante las dificultades. Te ponen trabas y administraciones para que el tedio acompañe a tus gestiones como una sombra. Para cuando te dicen no, ya tienes unas tragaderas tan amplias como la boca de un túnel destinada a un tren de mercancías. Al llegar a la madurez has olvidado los sueños, casi no te quedan sonrisas y las esperanzas llegan junto a la nomina lo antes posible cada mes.

Comentan en las noticias que casi hemos salido de la crisis. Que ya se puede respirar cuando en el horizonte se empieza a vislumbrar la silueta de la siguiente ficha de domino que piensa aplastarnos. El mundo esta tan desnivelado y la justicia es tan pobre que cuando me dicen que tome más hierro en mi dieta, en vez de en lentejas me imagino viendo como cae una espada flamígera desde lo alto del cielo y comienza el principio del fin.

Al final mientras mastico las legumbres que deja en mi boca el metal de la cuchara, me olvido de la muerte, del dinero y de ese abanico mutable dependiendo de la persona de lo que se considera bueno o malo. Saboreo los minutos de paz incluyendo los que me presta a diario el insomnio y el silencio de la madrugada. Y aguardo al resultado de la próxima moneda que lance en el cruce del camino. Disfruto de la vida mientras tenga un halito de ella y cuando no sea así, lo haré con lo siguiente que me traiga.

El mundo se balancea como una ecuación a medio terminar, que se completa con la participación de desconocidos que trabajan bajo su anonimato. Todavía tengo un ancla y un buen candado para mis bestias. No hay paz que mil años dure sonrío mientras me acurruco en la tranquilidad de saber que cuando se rompa la cadena ya no necesitare más cerrar la celda de los monstruos.

viernes, 19 de septiembre de 2014

Exceso de equipaje.




Sobran demasiadas cosas cada día que muere y se va por la alcantarilla
no cambian nada ni tampoco significan gran cosa en verdad
costumbres adquiridas con el tiempo que se vuelven rutina
un par de horas menos de portátil no van a quitarte la vida
ni hacer caso omiso del móvil durante una tarde entera.

Hay ropa en armario que se pasa mucho tiempo sin usarse
y electrodomésticos que todavía no se han estrenado siquiera
en un siglo que deberíamos estar volando o ya en Marte
seguimos embobados con la magníficos programas de la tele
gastamos la mayoría de la jornada como si fuera reciclable
pero pocos salen por la madrugada a llevarlo a sus contenedores.

La palabra cuesta menos que una imagen y el honor se estudia en los libros de historia
la ironía sigue visitándome a diario para escarbar en los cajones de mi vida
y lo que debía ser, nunca será y lo que era volverá al presente todavía
como la condena de los enfermos crónicos que no tienen cura sin publicidad
porque el morbo vende, o incomoda, o ofende… como si fuera literatura.

De mal gusto, soez y vulgar,
como despertar de la peor resaca de tu vida en mitad de una iglesia
desnudo y desorientado
y desconocer la respuesta correcta a la pregunta del cura.

¿Qué hace usted aquí de esta manera?

Pues no lo ve…
Estaba durmiendo con los angelitos.

jueves, 28 de agosto de 2014

Lugares prohibidos.

Bailando hasta el amanecer espero a que la noche se muera
de sus cenizas nazca el día para dormir tendido en telarañas
junto al fresco que sopla el viento y las sombras de la mañana
y seguir viviendo sin vivir con una cadena atada a las vértebras.

Siguen habiendo un sinfín de lugares a los que no volver nunca,
allí donde habita el silencio y las horas son como puré de patata
tampoco irás de donde te echaron, no por orgullo sino por delicadeza
no guardes venganza enfriándola por décadas pero no olvides nada.
Porque aunque el pasado no vuelve jamás el futuro solo guarda
sorpresas a los que no estuvieron atentos al partido ni a la historia.

Huye siempre que puedas sin miedo ni temor si puedes causar daño
guardando el dolor el formol y conservándolo por si hiciera falta luego
pues no hay cosa más siniestro que lo que uno se produce a si mismo.

Ríe, canta y silba… no pares aunque otros te lo digan, tampoco me hagas caso
y ve donde tu quieras pues el camino del destino es el que se anda y no el soñado.

Y mientras duermes descansa para cuando no puedas y necesites un alivio

O dos… o los que sean necesarios para que aunque sin cumplir un objetivo
valga la pena haber salido al mundo, para comérselo, follárselo o observarlo
porque por muchas veces que fusilen al sol, siempre amanecerá tarde o temprano
y es la libertad que nos queda haciendo pelotillas en los bolsillos la que seguro
usamos para dar al termino de libre albedrío lustre al nombre y más o menos brillo.

miércoles, 27 de agosto de 2014

Contrarreloj.

El tiempo es la única cosa que la humanidad desea pero no puede conseguir, puedes intentar almacenarlo inútilmente, luchar por su poseerlo sin llegar a alcanzarlo o como hice en su día robarlo sin poder emplearlo en su totalidad.

El tiempo transcurre como el agua sin que nadie pueda detenerlo, es como mear contra corriente, siendo el objeto a análisis algo parecido a un huracán mezclado con tifón. Si quieres nadie puede obligarte a no intentarlo, pero la mayoría se apartará hacia algún lugar seguro mientras tu curiosidad se ve recompensada.

Hace años robe a cada noche algo de tiempo, poco a poco hasta que deje de soñar y después involuntariamente me olvide de dormir. En el fondo todo aquello me alegraba porque conseguía de alguna manera sacar un par de horas del fondo del armario y poder dedicar ese tiempo improductivo tirado en la cama por algo extra con lo que poder escapar de la realidad.

La alquimia siempre ha consistido en permutar dos materiales mediante el uso de la energía. Así que me conformaba con perder el confort de los dulces sueños por un poco más de tiempo personal para disfrutarlo de la manera que más conviniera a su debido momento. Libros, películas, visionado de temporadas enteras de una serie o incluso discografías enteras en lo que duraba una noche, que para algunos tiene una duración similar de sus días.

Erradique todas mis siestas porque el turno partido necesitaba alimentarse con algo que no fuera descanso. Si mi obligación era trabajar, entre jornadas escogía darme la libertad de cumplir lo que a otras horas no se podía y repetirlo al ocaso del día en vez de peregrinar directamente al sobre.

He ganado mucho tiempo, pero sigo siendo pobre… he leído muchísimo y escrito otro tanto más. Mi cabeza hace años que viaja fuera de mi cuerpo la mayoría del día y la otra parte le gusta jugar al encendido y apagado con mi cuerpo. Recuerdo las cosas que veo despierto y lo que ocurre dormido debe de conocerlo otro tío distinto. A veces se despierta en mitad de una cocina y acaba gritando a todos hasta que vuelve a dormirse cuando a él le apetece.

Recuerdo que tengo un zoológico dentro de mi cada mañana al mirarme al espejo, después camino al trabajo mientras pienso si son ellos los que se protegen de todo esto. En su jaula no hay mucha más libertad de la que queda fuera… salvo que allí dentro son los reyes y fuera sólo resta el público.

Pasa el tiempo y las libranzas se agotan como una vela que lucha sutilmente en no apagarse cuando la mecha es tan corta que baila sobre la cera. Todo final es inevitable porque los inmortales son cada vez más escasos y hasta los duendes han dejado de jugar con los niños debajo de sus camas. La magia se escurre por los sumideros de las casas el domingo de madrugada y en la calle sólo impera la ley de la selva tanto con luz como en penumbra.

Para mañana más calor en la ciudad y menos tiempo para disfrutar siquiera. En lo que unos concluyen sus vacaciones la mitad de las crías del mundo entero se preparan para abandonar sus nidos e iniciar su emigración, su viaje o simplemente su vida. Otros siguen en las trincheras rezando por salvarse o quizás por que se termine la guerra.

Siguen silbando las balas bajo el sol del infierno. Todos vienen y se van al contrario que el tiempo que permanece constante e inmutable. Una vez soñé que volaba… años más tardes sigo pegado al suelo… pero ya no gasto el tiempo en fabricar con sueños porque es más eficiente usar lo real con la ayuda de la imaginación que esperar que los deseos se cumplan sin ponerse manos a la obra.

viernes, 22 de agosto de 2014

La receta errónea.




Ya esta llegando mi hermano pequeño desde la gran manzana… ahora mismo se encuentra suspendido sobre el atlántico por un hilo de seda que cuelga de cada estrella por la que pasa. En unas horas habrá llegado a la siguiente metrópoli y estará dispuesto a darle un buen bocado.

A pesar de que no sea de mi sangre, mi hermano mayor me enseño a cuidar y proteger a los que se quiere. Por lo cual es mi deber velar por mi hermanito cuando vuelve a mi ciudad. El tiene un gemelo en el norte, pero aquí sólo nos tiene al dúo dinámico para formar el trío calavera. Me siento orgulloso de él, porque no he tenido que enseñarle demasiado y salvo rara ocasión casi ni me he preocupado.

Puede que se equivocarán en la elaboración de su receta, porque entre el y su hermano hay un mundo a pesar de que son calcados en lo físico. Supongo que su madre cogió bien las cantidades pero cocino ambas recetas por separado. En todas puso las porciones adecuadas mezclándolas con mimo y esmero. Todos los procesos fueron fabricados con amor y paciencia. Pero a la hora de hornear supongo que se quedo sin los utensilios apropiados.

A uno lo horneo con un molde de silicona y al otro con metal… puso la mantequilla en el fondo y la esparció distribuyéndola a partes iguales pero no sopeso que la corteza de uno sería diferente a la del otro.

B… fue un bizcocho de esos mullidos por dentro y blanditos por fuera… lo mismo que M, salvo que su corteza era la más áspera y contundente porque el molde había tostado más su superficie. Con el tiempo aprendes de los errores, a rectificarlos y a subsanar los que persisten. A veces las cosas salen mal aunque así no lo quieras, pero levantarse después de caer sigue siendo gratuito.

La memoria se encarga del resto. Recordar el pasado no sirve de gran cosa salvo para proteger el presente. Las cosas que sucedieron no se pueden cambiar y la mayoría de ellas tampoco lo haría porque entonces guardaría algo que nunca habría pasado. Pero aunque las recetas fallen hasta que se logra la perfecta, a veces la piratería es ese otro arte de modificar la realidad hasta volverla adecuada.

M… esta llegando. Será un día muy largo… pero seguro que lleno de sorpresas.

domingo, 10 de agosto de 2014

En el ojo del huracán.



Agosto seguía quemándole las plantas de los pies y no le quedaba tiempo ni posibilidades de huir a ningún lugar a resguardarse entre las sombras. Llevaba dos años sin sentir más aliento que el del sol sobre su cogote y aunque lo tenía moreno en esa época. No había tenido oportunidad de sentarse a colocar unas ideas que andaban dispersadas por su alborotada cabeza.

Las historias se arremolinaban entre mezclándose. Confundiendo sus argumentos y cruzando a sus personajes en lugares y sitios que no les correspondía conocer. La luna llena brillaba en el cielo como un faro en el horizonte, pero ni en una noche tan iluminada como esa, lograba capturar todos esos fragmentos que andaban flotando en el cielo o pegados a su piel. Encontraba unos cuantos, pero era incapaz de rellenar los huecos que existían entre ellos.

El ocho era para él, como las arenas movedizas en medio del infinito. Ya no quedaban leones que le diesen miedo, ni respeto, ni pavor. Donde fuera que estuviesen estaban quizás más entretenidos, pero eso ya no le importaba ni tampoco le quitaba el sueño. Hacia tiempo que sus caminos se habían alejado en direcciones opuestas… irreconciliables pero a su vez había encontrado la paz suficiente para el hallar el sueño de los justos en medio de aquello.

Su vida no había cambiado, pero los decorados era distintos. Madrid se había vuelto a quedar vacía sin sus atrezos y el escenario era un lugar muy amplio donde ejecutar sus ensayos sin miradas ajenas o furtivas de desconocidos. La tormenta sonaba fuera… pero no allí dentro no caía todavía ni gota… en medio de un huracán, respiraba tranquilo hasta la siguiente prueba.

Coge la lima y empieza a dar pasadas en ese maldito trozo de metal, tallándolo hasta volverse la llave correcta, rebaja cada borde y cada arista haciéndolo casar con el resto del problema. Se entretiene meticulosamente con los detalles mientras a cada pasada encuentra imperfecciones que pulir. Sigue buscando la excelencia como los viejos alquimistas buscaban en secreto la formula perfecta.

Tenían las herramientas y sus teorías, las cantidades exactas, los mecanismos correctos y los materiales precisos, pero sin un infierno de energía inagotable nada podían conseguir. Sigue en su cocina… aguantando cada servicio como una batalla, el fin esta cerca y todo un sinfín de posibilidades se alinean a la salida del agujero de gusano. Cuando pierda las cadenas de sus muñecas volverá a correr para no detenerse jamás. Ya ha perdido mucho, pero si las cosas marchan bien no lo necesitará más.

Con suerte y algo de magia se puede sobrevivir a un agosto en Madrid, es sencillo cuando no hay leones en la ciudad porque andan jugando en la arena de la playa junto al mar. La libertad seguirá oliendo a salitre pero cuando se parezca a la de un niño enterrará el odio, se vestirá de perdón y enterrará por fin sus cuchillos de guerra.

martes, 29 de julio de 2014

El secreto del hielo.



El cero absoluto es aquel donde la vida no puede producirse, ese lugar en el que ningún proceso sucede a falta de energía… en fin la nada imbuida en el silencio, la antitesis de mi persona y el destilado de mi interior.

Nací siendo fuego pero no logre controlarme… me he extinguido y resucitado tantas veces que la palabra polvo se voló de mis labios para nunca volver a posarse otra vez en ellos. La vida te machaca y cuando estas esperando a que alguien tire la toalla por ti, va y vuelve a golpearte.

A veces te dejará inconsciente… las otras sin aliento.

La historia sucederá tanto si los personajes participan en ella, como si se quedan sentados sin hacer nada. El tiempo transcurre moviendo las escenas como el otoño hace con las hojas muertas. Pero al plomo no hay quien lo desplace. Permanece anclado… erosionándose al igual que las montañas y los volcanes.

Y en esto llego la vida y regando el mundo lo lleno de movimiento y de lógica. Creo la supervivencia y observo como el devenir de los días hacia el resto. Allí donde no había nada broto un sentimiento y en las llanuras devastadas surgió de nuevo todo ese talento que se había malogrado.

Las cosas no suceden como se planean, esto esta claro. El destino juega sus cartas desde el otro lado de la pecera y no se las enseña ni al narrador hasta que la partida esta concluida. La primavera cicatrizo todas las heridas trenzándolas con enredaderas y deshizo poco a poco el hielo a base de soplar su aliento. Calentando el mundo hasta que todo volvió a reaccionar de forma espontánea.

Nadie se olvida del hielo y de su historia… mientras haya un pedazo que guarde el silencio de hace mil años. Porque los cubitos son como la memoria, fragmentos inconexos cuando están separados, pero algo con sentido si se ordena desde el principio. Porque no hay final sin adiós, ni buenos días sin una sonrisa al otro lado del espejo.

martes, 22 de julio de 2014

Al ritmo.



Caldea el sol el cielo y la tierra se abrasa debajo con su chup chup imperceptible, la gente sale a la calle y aunque vacía la ciudad, un ejercito invisible de pequeñas hormigas asalta el mundo al atardecer para roerlo por los bordes. Dentro de la burbuja se concentra el tiempo y se dilata la libertad, los deseos llegan a montones y al otro lado de la barrera, las manos se tienden a la espera de que les caiga algo.

Hay mil trabajos que se puedan hacer en mayor o menor grado, la gente escoge un par a lo sumo tres o cuatro diferentes. En todos aprendes y en otros olvidas, te fabricas como un edificio comenzando desde los cimientos y trepando como una lagartija. En algunos tienes nombre… un número u otra cosa, pero los hay en que eres alguien, o puede que llegues a serlo si con tesón y empeño te afanas por ello.

La lucha no solo esta en los rings, ni tampoco en lo que sale por la tele… no hace falta pelearse en los telediarios alegando que el mundo es una mierda y por supuesto no es la idea pegar a los agentes que hacen su trabajo. Existen guerras en silencio a cualquier temperatura, al igual que combates en que las manos no se usan para destruir sino para elaborar algo productivo.

Adoro cuando Heissenberg dice: Vamos a cocinar… porque aunque su talento sea distinto… yo también tengo mi propio laboratorio con sus maquinas o al menos uno donde me permiten que juegue un rato cada día. Las matemáticas siguen rondando mi vida pues toda receta tiene sus cantidades y la elaboraciones es cosa de practicarlas. Ya que para que lo natural se instaure como doctrina tienes que sembrar, recoger y adaptar hasta cumplir el objetivo.

Baila demonio hasta que sangre tus ampollas, toca el infierno con las manos desnudas hasta que el dolor será un espejismo inocuo debajo la sonrisa y sigue así mientras cae del cielo toda la clase de basura sea capaz de enterrar a una persona. Esquiva y cumple deseos mientras que el silencio se rompe a cada palabra y el soniquete del estallido del metal suene como la campana del infierno. Báñate en sudor con un toque de notas con lágrimas y renace después de cada combate como algo nuevo y mejorado.

Disfruta de lo que haces y diviértete en el trabajo porque la vida de por si ya tiene suficientes penas… ya que tienes que hacerlo por casi obligación… hazlo con la mejor sonrisa y no menos esfuerzo. Porque aunque la satisfacción no se paga en el trabajo, a la persona que la practica lo que le enriquece deja de pertenecer al flujo del capital.

miércoles, 16 de julio de 2014

Otro año más.



Y ya van tres los que las vacaciones se esfuman más allá del horizonte plausible en un abrir y cerrar de ojos. Suerte es no conocer más de una semana de paro, desgracia trabajar en el infierno otro verano más sin vía de escape.

Dicen muchas cosas del trabajo, pero pocos han probado la religión del fuego y el acero o quieren hacerlo en su plenitud. Todos lo ven desde sus sofás en sus casas con el aire acondicionado puesto. Cenan tranquilos y cuchichean sobre los contendientes. Pero pocos gastan mucho más de media hora en preparar sus platos y eso que son ellos mismos los que reciben el premio de su esfuerzo.

¿Qué se le va a hacer?

Reúno las ganas con la ayuda de la aspiradora mientras en la cocina saco el filo a los cuchillos para después limpiarlos y meterlos en su confortable maletín. Mañana vuelven a una antigua casa donde ya han estado. Sueñan con tocar la melodía de las mañanas en las que ganar gloria y quizás un trocito más de experiencia hasta rozar una estrella.

Trabajo a destajo, ese es mi negocio. Cuando la marabunta suena invocan mi nombre, toca de nuevo recoger las tempestades que algún Dios lanzo sin pensar en mi tiempo libre, y no seré yo quien rechace un trato con el demonio no vaya a ser que no vuelva a llamarme. Así que heme aquí, frente al patíbulo con una sonrisa. Listo para morir por una cuenta que no es la mía ni tampoco me pertenece.

Otro mercenario más en un mundo de ladrones y asesinos. Un artista que hace de la destrucción algo creativo… y que mientras no haya guerra que le necesite, guarda la paz dando su filo y su vida a quien merezca mejores batallas… pues como a un suicida al que la muerte llama, quien reclama mi dolor y mis placeres es el fuego y su flama.

Porque a pesar de ser un Ronin si casa ni amo, sigo siendo el dueño de mis elecciones por duras que sean y cuesten, ya que vengo de la mancha profunda y allí la palabra se mantiene por mucho infierno que este fuera esperando a la salida. Nacidos en la meseta aprendimos a sobrevivir como las lagartijas aunque el sol ardiese fuera, eso no se olvida.

lunes, 14 de julio de 2014

En espera.



Cada día que muere renace otra oportunidad,

Y así continúa sin que muchos puedan hacer algo por cambiarlo. Los sueños a veces se cumplen y otras no, es su naturaleza… al igual que hay quien duerme y quien lo intenta.

Otros días miras el calendario y sonríes por que alguien ha estado jugando con los números hasta encontrar la combinación adecuada. La suerte se destila a grandes temperaturas y según dice el hombre del tiempo el miércoles hará la suficiente como para ganar millones, pero como también suele equivocarse tampoco me lo tomare al pie de la letra por precaución.

Mi padre de seguro ganará un año más que tampoco es tan malo si lo cuentas como si fueras del equipo local. Yo si logro llegar a salvo desde la barbacoa de Benjamín estaría encantado.

Últimamente las cosas cambian demasiado deprisa, es como si alguien estuviera calentando las cosas por debajo con un soplete para acelerar los procesos. Todas las mañanas compruebo el estado de las suelas de mis zapatillas para no andar desprevenido porque ahora me tomo todo un poco más tranquilo, no por nada en especial sino por mimetismo a mi situación de parado.

Aunque por el día estoy que no paro quieto… a veces hay que frenar para ver las cosas con más perspectiva antes de volver a acelerar. Pruebo recetas nuevas y ajusto las viejas. Luego disfruto del día porque octubre esta a la vuelta de la esquina y de seguro no tendré tanta suerte de estar sin trabajo mucho más tiempo. En verano salvo los buenos demonios pocos aguantan mucho en una cocina.

miércoles, 9 de julio de 2014

Con delantal y a lo loco.



Una cocina siempre me ha relajado, eso y el agua chorreando por encima, nadando en ella o mirándola simplemente. Pero en una cocina a la vez lograba encontrarme, era el sitio más lejano a mi cuarto en mi casa y como nunca quería estar allí dentro escogí una de las habitaciones más amplias para instalar mi cuartel general y encima tenía comida y bebida y proximidad a la salida de emergencia.

No olvidaré mi primera cocina profesional, porque era como estar en casa, en ese lugar se respiraba familia, había hermandad… el de al lado moría y resucitaba como lo hacías tu cada servicio y no éramos dioses ( bueno algunos si ) pero casi todos tenían su propia estrella particular. Nos levantábamos al alba y acudíamos a la cama bien entrada la madrugada, ahí dentro descubrí tantos espejos con cuerpos diferentes que aprendí a no sentirme especial.

Era uno más de la cadena, un eslabón más que daba fuerza, o ruido… o algo que no fuera nada, por dar di lagrimas y sonrisas junto a mucha música cantada o hablada… incluso tarareada porque no se podía silbar. Pero tenía mi cachito de cielo en pleno infierno y como nunca me dolió nada que no fuera la muerte, con que no me mataran me era suficiente.

Aprehendí mucho más de lo que lo había echo anteriormente, de cada uno robe una parte y la modifique para mi, la organización de T, el alma de Tt y la locura destructiva de M que para más casualidad era otro caballo nacido en el infierno y con copia de seguridad. Pasaron muchos, pero no demasiados. Con el goteo constante adquirí habilidades siempre adaptadas hasta que me valieran como una utilidad, sin cambiar me esencia perdí la sonrisa incombustible mediante la alquimia por el talento de mover las manos y la boca a la vez para no detener el trabajo.

Gran invento antes no adquirido.

Pero cada uno se fue a un lugar distinto, una familia fragmentada que germinaba donde fuera que fuese hasta convertirse en un árbol invisible al alcance de la vista. Pero vivo al fin y al cabo. Cuando aprendes matemáticas no sólo conoces a los números sino también a su naturaleza, cuando las dominas seguro que puedes llegar a cocinar con los mismos principios pues al igual que conjuntos, se pueden operar entre ellos.

Los elementos de mi circulo, se expandieron por el mundo contaminados por mi persona y de seguro volverán tarde o temprano a reunirse bajo un mismo techo, porque con el cielo ya cumplimos el principio del conjunto entero, al menos mientras no les de por ir a otros planetas, cosa que me reservo.

Pero hay días que me alegro, cuando me encuentro a alguien de madrugada al otro lado del océano. Mi familia vive lejos, casi toda ella menos unos cuantos que nos reunimos siempre que podemos. En cuanto tenga alas prometo hacer visitas esporádicas y sorpresa, mientras tanto espero que volvamos a vernos para que el tiempo pasado se condense destilado en historias que verter en los vasos.

jueves, 3 de julio de 2014

El quebrado del siete.




A cada año le siguen sus cifras y sus balances, concluyen los números y subrayan las pocas cosas que no se han convertido al vistoso rojo de las cuentas perdidas. Sigue siendo el 7 número de fortuna con su desdicha cosida al reverso. Escondida de la curiosidad hasta que llegas a ese punto y descubres la jugada que había encubierta detrás de la meta.

El siete no te abandona como cualquier otro, no… se clava como una saeta y te desangra mientras te siguas moviendo. Desde los pecados capitales que tanto disfruta la bestia como los colores del arco iris por el que tanto le gusta deambular durante toda la semana entre calderos de oro para cada astro sagrado.

Lleva gastada una menos de la mitad de las que posee cualquier gato y sufre su aniversario junto a Mecano cada año sin olvidarse ni un instante de tacharlo en el calendario, ahora le persigue hasta en los sueños que no tiene o en los boletos de la lotería que se le insinúan al verle, en toda historia sucede y en pocas no toma relevancia.

La música sigue calmándole con sus notas danzando sobre cuerdas y vientos de metal mientras a su espalda siguen brotándole plumas para alcanzar su destino encabezando a los demás arcángeles. Perfecta es la forma de ese maldito número que muerde, araña y después zurce cualquier descosido o jirón que haya ocurrido o este por venir. Por lo tanto baila con su siete grabado en su nariz para que no lo olvide.

Y crece sin llegar nunca al ocho que hasta tumbado eterno parece, ni mengua para llegar al seis. Continua sin desmerecer ni lo que le precede ni acontece, testigo de su vida permanece mientras espera estoicamente a que la cuenta atrás termine en septiembre con la libertad que bien merece quien aguarda sin desfallecer por mucho que se empeñen quienes no lleven su vocales en el nombre.

lunes, 23 de junio de 2014

Inmortal.

Sigue el niño de los cuentos
escondido entre los libros
mimetizándose con ellos.

Ya no es un humano cualquiera
sino un ser de celulosa y tinta
que tiene narrador e historia.

Y no pasan los días por su cara
porque nada puede con su sonrisa
ni la muerte es capaz de borrarla.

Porque aunque mata nunca muere
ya que resucita en otro estante
hasta esperar el siguiente desenlace.

Vive y muere con su sonrisa puesta
mientras sueña criando esperanza
de no salir jamás de su biblioteca.

Para volverse verso y ser libre
como un pájaro que susurra al aire
su canto desde el eco del papel.
 
 

lunes, 16 de junio de 2014

Lucky strikes.





Ha vuelto a llenar su ausencia de piedras blancas y ya casi es capaz de sacar el cuello del agua. Se siente bien sintiendo algo debajo de los pies después de tanto tiempo, el tacto de una camisa y el sonido del cuero de un zapato en los suelos pulidos. Hacia mucho que no tenía que vestirse bien para nada que no fuera un deber.

Hablar de algo nunca le había costado demasiado, muchos amigos siempre dicen que no habla de nada… pero todos ellos le echan de menos en el silencio de sus cocinas. Gira la muñeca Maxwell y todo se encamina porque al fondo del pozo puede vislumbrarse una luz brillante y siempre cabe la esperanza de conseguir algo sino se para de buscar.

Si no se para.

Eso es lo importante, comenzar es difícil… terminar a veces se acontece imposible pero mientras haya inercia todo es tan sencillo como seguir el movimiento y subas o bajes, trepes como la espuma o te precipites como un suicida en un acantilado. Lo esencial y más importante es disfrutar el viaje como si fuera el último.

Porque aunque no sea. Se puede conseguir algo si no se cesa de luchar. Las cartas siguen rodando por la mesa, calentando la jugada. No tiene prisa porque aún no es la mano donde echar el resto. Mira al frente ya que nunca lleva reloj y el tiempo cruel verdugo no lograr jugar con sus segundos a quemar los latidos antes de que el final salga a su encuentro. Será como cuando brillaban las estrellas, enmudecían las voces y solo quedaban palabras impresionadas en las retinas del espejo del otro lado de la pantalla.

No puede enseñar nada que no sea el lenguaje del fuego, el metal y la vida. Los números siguen bailando subidos a la palestra mientras equilibran todas las estructuras hasta hacer de un plato algo memorable.

miércoles, 11 de junio de 2014

Estrellas en el cielo.


A veces pienso en invocarte para que bajes a volver a entrenarme, necesito recordar esa libertad que traías enredada entre tus rizos blancos. Los músculos que tú tanto entrenaste piden que vuelvas y salvo algún superviviente la mayoría se han extinguido en esta larga espera que deje que pasara.

Falta espacio y ganas, no es lo mismo un galgo en La Mancha que uno en Madrid. Puede que sea el mismo perro pero en circunstancias distintas. El maldito asfalto lo inunda todo anegándolo de negra dureza que se come hasta el calcio de los huesos y reseca las articulaciones. Ya no hay césped sobre el que refrescarse cuando el calor era insoportable.

Aún puedo sentir tus ánimos entre mis alientos jadeantes, pero ya no te veo en la recta de llegada recogiendo los tiempos que tanto te gustaba guardar. Yo nunca me esforcé demasiado, llegaba por lo mínimo pero no ponía el suficiente ímpetu para despuntar. El bronce y la plata siempre fueron mis mejores amigos y aunque pudiera avergonzarte siempre te sentías orgullo de tu familia.

Pronto te pediré que de nuevo me entrenes. La cuenta atrás ha comenzado y yo ando cazando ganas para vernos como siempre, en el polideportivo después de la escuela de idiomas, a esa hora cuando el sol ya cansado del día empezaba a marcharse y nosotros apurábamos hasta el límite la luz diurna para alcanzar la meta en cada serie que nos mandabas, en invierno siempre nos quedaban los focos y la oscuridad.

martes, 10 de junio de 2014

La libertad de Krillo.



Abrió la cuartilla de la lista miró dentro y volvió a cerrarla.

Después tomo un respingo más de aire de nuevo la abrió y suspiro prolongadamente como quien deja marchar la vida en su exhalación. Por cosas así, ese trabajo no le gustaba en absoluto. Lo de Chuta era trabajo de niños comparado con esto y aún así había llegado tarde a remediarlo.

Se mentalizo durante un segundo antes de empezar a pensar por donde buscar. Se abstrajo de su cuerpo hasta que sus manos cayeron muertas a los lados, en ese entonces ya estaba flotando en la habitación. Ascendió atravesando las plantas del edificio hasta llegar a la azotea. Cuando llego, paro y observo como iban las cosas.

Por toda la ciudad se veían los halos de las bestias resaltando algunos hasta por encima de muchos edificios. Mirar Madrid en aquel momento era estar en el mismísimo cielo, si te fijabas bien podías encontrar las constelaciones y la que le interesaba en ese momento tenia la intensidad de un agujero negro. No tardo mucho en encontrarlo era casi seguro que andaría en el peor sitio de la ciudad.

Krillo había ido al retiro. Lo malo es que siendo un grillo era casi imperceptible a la vista si permanecía dentro de ese gran foco que era su aura. Era como querer cazar a un elefante con un vaso de agua o lo que venía siendo encontrar una aguja en un pajar. Su peligro no era demasiado.

Pero demasiado era una palabra muy empleada y frecuentemente llegaba hasta los peores límites. Bajo volando se metió en su cuerpo y salio escopetado hacía allí, en nueve minutos había llegado a la puerta de Alcalá y allí empezaba lo duro. El foco era como el estanque del propio parque. Si en el pasado había recreado hasta campañas navales para el deleite del público, ahora… sería recordado por algo que iba más allá de lo rememorable.

Su maldad no era tal, sino que no tenía fin y eso era lo preocupante. Era un susurrador nato, supongo que conocido de ese tal Pepito que acompañaba a Pinocho en sus aventuras. Salvo que él era diferente y no tenía dueño. Susurraba a todos por igual, sus propios deseos al oído a veces desde incluso mucha distancia. Lo hacia posible y lo materializaba, pero no escogía los deseos más puros e inocentes, sino que revolvía en las mentes hasta encontrar aquello que les atrajera fuera de la normalidad.

Y así cantaba Krillo con su cri cri que levantaba pasiones y sacaba ampollas escondidas en los resquicios del fuego del alma. No era ningún demonio notable y quizás si fuese la más débil de todas aquellas malditas bestias, pero no quería terminar jamás en su empeño de no acabar. Pues a cada deseo robado ganaba algo más de inmortalidad y por aquel entonces ya lo era bastante para un humano cualquiera.

Sufría daño, pero no moría del todo, su historia es de las más viejas del cuento y se remonta cuando todavía existía el silencio y él no podía ni siquiera maldecir. Guardaba resignación a carrillos llenos y masticaba hastió devorando invisiblemente el tiempo. Hasta que cambio y pudo romper con su estridente estribillo lo que antes era del mudo mundo. Cantaba Krillo para que todos hablaran, sino por voluntad… lo haría por deseo y así fue robando y aprendiendo. Esquilmando los secretos más recónditos. Hasta encontrar el misterioso lenguaje que vive en las miradas y saquear también todos sus tesoros escondidos en las pupilas llameantes.

- Ven a mí…

E iba a su encuentro como si supiera donde estaba, cruzando las glorietas a oscuras hasta llegar al destino. Curiosamente lo sabia, era en el ángel caído y sobre uno de sus dragones allí estaba Krillo tumbado, esperándole con sus patas cruzadas a un costado.

Detente! Grito enfurecido mientras cogía a Némesis de su cinturón permitiendo que se desenroscase de su amarre.

- Quieto, respondió.

Y parado estuvo hasta que su voz replico. ¿Por qué te dejas apresar tan fácilmente?

- Es lo que tú anhelabas.

Ya claro es mi trabajo. El tuyo en teoría era huir.

- Mi trabajo es susurrar a quien debe oírlo, y ellos no tienen suficientes deseos oscuros. Desde que estoy aquí he perdido más vida con su oxigeno de la que he ganado con sus miserias. Al menos en casa aunque haya humo, gano tanta vida como tinta tiene un libro. A cada palabra me llevo una, de cada cuento que quedo medio.

No tiene sentido perder las piernas para usar las manos, ni perder el cuello por un florero. Sisea a Némesis algo que le hace temblar de placer mientras ondea en una frecuencia oscilante y muy elevada. Se oye el quejido de una cuerda de violín atravesando cada hebra de la soga increchento en dirección a su boca. Después suspira y se desploma. Krillo se sube a su hombro y toman el camino de vuelta a casa.

- Por el recorrido largo que a mi me gusta.

El obedece sin darse cuenta arrastrando a Némesis como el rabo de un demonio distraído. Va directo a casa pero tardará un buen rato en llegar. Sabor a victoria en formato indefinido. Sonríe sin saber el porque mientras silba una canción entretenida. Llegará ya entrada la madrugada pero no le importa, siente las piernas ligeras y ganas de comerse el mundo mientras cumple lo del regreso. Se ha ido el agujero a otra parte y ahora viene la húmeda niebla que lo enmascara todo.

El bochorno se instala en plena primavera, quien no ve la niebla es porque ya esta dentro, huele a fresco y hierba. Se escucha un silbido y un siseo. Un peligro menos avanza zigzagueando por la ciudad si escuchas uno quizás tararees algo si oyes el otro puede que hagas algo diferente de lo que haces cuando nadie esta mirando. Igual que un espejo sincero que nunca se empaña. El susurro de los grillos hace perder la cabeza hasta al más cuerdo a las puertas de un verano cualquiera.

sábado, 31 de mayo de 2014

Chuta y sus placeres.



Había llegado tarde la voz de alarma, pero era rápida la reacción. A pesar de los peores pronósticos al llegar al convento, lo que allí se halló era dantesco… superando ampliamente al esperpento español. Dos de las monjas más jóvenes corrían desnudas cuesta abajo en dirección al centro donde seguro armarían gran revuelto.

La victimas colaterales eran de carácter corriente en esos asuntos, lo primero que debía cumplir era el confinamiento del problema para que no se volvieran a producir escapes indeseables. Por lo que tras atravesar el portón lo inutilizo fundiéndolo directamente al marco. Después se giro para contemplar de lleno el asunto.

Allí se encontró a otras tantas sirvientes de Dios correteando como el padre las trajo al mundo por los corredores de los jardines, la más anciana rondaba los sesenta y la mas joven los cuarenta y tantos. La verdad es que el retraso no habiendo sido excesivo se había producido ciertamente. Prestó mucha más atención y la clave se la mostró un revuelo que corría paralelo por los pasillos internos del edificio que se presuponía dedicado al servicio por su simplicidad arquitectónica.

Entro por la puerta de lo que era la pastelería de aquel lugar encontrándose de frente con una gorda monja que andaba devorando pastelitos a dos manos. Detrás había otras tantas más menuditas que andaban dibujando ángeles a base de abanicar sus brazos sobre la harina del suelo. Dejándolas a la izquierda avanzo con el pasillo donde iba encontrando rastros de lo que buscaba. Prendas de mujer andaban dejando un sendero de pistas, por la cantidad seguida se trataba de un numeroso grupo de hermanas. Sus gritos todavía las posicionaban y de paso le instaba a aligerar…

Los últimos giros de pasillo los hizo entre deslizando y volando hasta que topando con una puerta de emergencia la cruzo dando un portazo al otro lado. Al entrar encontró a un cuarteto de mujeres semidesnudas acurrucadas entre ellas, a un par encaramadas al altar principal y a una pobre desgraciada estampada contra un banco posiblemente por una mala elección en su huida. Chuta estaba encima de ella, agazapado sobre su espalda, mientras arrancaba la ropa que aunque escasa le colgaba como quien pela una banana.

Saca la soga y reza su nombre. Némesis despierta y repta por el suelo sin hacer ruido. Avanza como la niebla al amanecer, deslizándose sobre el roció hasta llegar a su victima. Le da dos toquecitos en su espalda y antes de que termine de girarse para comprobar que es, muerde con sus dientes de filamento cosiéndose a su presa. Después es como pescar un gran pez, sueltas carrete y recuperas… así hasta que el cansancio le llegue y se le pueda retirar colgado como un títere sin posibilidades de zafarse del destino.

El primero de vuelta al parque. Ahora sólo faltan veintitrés engendros.

lunes, 26 de mayo de 2014

Reiniciando el sistema.



Una vida es como una escalada hacia el cielo poniendo un libro sobre otro, los que sufren vértigo viven lo justo con sus limitaciones… en cambio los gatos viven casi siete veces más si tienen suerte en sus apuestas.

En su caso su vida no dejaba de ser el tercio de algo, que en este tiempo ya es algo incipiente. A esas alturas no tenía un trono en el infierno, pero al palco si se acercaba. Se había dedicado a contravenir todas las reglas establecidas con el fin de acortar los tramites, digamos que incluso se había dado prisa en ese asunto gracias al afán suyo de ser bien organizado.

La cosa es que estando justo donde quería estar y habiendo llegado por anticipado, era el momento de aflojar el ritmo y equilibrar la balanza. Prestando atención en no producir el mayor caos posible había permitido la relajación en otras tareas menos importantes, y bastantes de sus bestias se habían escapado campando alegremente a sus anchas. Todo estaba bien y a la vez estaba mal… porque la existencia de sus planes ocultos tenía hasta su justificación y parte de planteamiento, lamentablemente lo ocurrido no formaba parte.

Esas bestias que había creado y criado tenían su función en su mera existencia, pero eran más un uso preventivo que ejecutivo y en el momento que ya no estaban controladas eran hasta peligrosas para la pacifica coexistencia del hábitat.

Así que frenó en seco, como había echo otras tantas veces, dejo sus problemas a un lado y se preparó para lo realmente duro. Cazar de nuevo a todas aquellas criaturas que a pesar de seguir conservando semejanzas con muchas de las especies de la naturaleza, distaban mucho de sus pariente en conductas y comportamientos porque escondían junto a su instintos, sentimientos quizás demasiado salvajes y destilados con lo que conformar una raza totalmente distinta y artificial.

Tenía que ser bueno…y cazar todo aquello era una ocasión excelente para comenzar. Miro dentro de si y observo aliviado como alguno de sus reclusos más problemáticos permanecían encerrados en sus celdas. Tampoco era de extrañar, los peores saben que fuera del cuerpo no tienen apenas poder y por ello ni siquiera han optado por tomar parte en la masiva huida.

Los adversarios más peligrosos nunca arman revuelo en sus escaramuzas, sus motines trepan verticalmente hacía la fuente desde las sombras… no se expanden en todas direcciones tras deslizarse esquivamente por alguna fisura.

Puntea a cada maldito mientras los cuenta.

Tiene al trío más terrible encerrado todavía. En sus cubículos de seguridad continúan encadenados Malasangre, Rajado y Tertulias. De los dos primeros no puedes esperarte nada bueno y el tercero es totalmente un peligro descontrolado de proporciones titánicas, va dentro del traje de un confortable y seguro enorme mamut prehistórico con unos colmillos tres veces más anchos que los propios barrotes.

Puede que sigan ahí porque a diferencia del resto, fueron los primeros en entrar en confinamiento a edades tempranas, los demás han tenido su seguimiento y control  su retirada fue paulatina según recomendaciones de seguridad. También continúan porque como los más temidos su única vía de escape total es derrotar toda jerarquía y aún no es el momento apropiado.

Firma la declaración de intenciones, rebajando la prioridad de los demás proyectos y duplicando la seguridad de las instalaciones. Coge su cuerda favorita y se engancha los extremos de la madeja a modo de mochila entre los dos brazos.

Echa un vistazo a la lista confeccionada con la clasificación y empieza por el primer gran desliz a corregir inmediatamente, debe de echar el guante a uno de los más rápidos y perniciosos. Chuta el babuino. Letal cuerpo a cuerpo y contundente a distancia gracias a una mordaz inteligencia con la que visualiza las taras internas junto a defectos visibles de sus adversarios y los expone a la luz cual cruel espejo de deformidades.

La importancia de su captura reside a que contra más tiempo este en libertad, mayores serán las consecuencias provocadas por la corrompedora habilidad de sembrar la duda e ir segando la seguridad de quien se cruce en su camino. La primera parada es sencillamente tan clara como el agua, coge unos raídos hábitos color café de monja de clausura y se enfunda dentro de ellos. Toma dirección al convento más cercano… y respira aliviado. Con un poco de suerte no llegará demasiado tarde para evitar incrementar el daño.

sábado, 24 de mayo de 2014

Marchando los indios.

Bailando antes del partido
están ya los indios con sus hogueras
sus colores y sus plumas franjeadas
con sangre muy viva y blanco

Te perderás tío mío lo que
nunca antes hubiera imaginado
pues con una liga bajo el brazo
van a por la champions, sonríe.

Porque seguro de algún modo
alguien te contará el resultado
y aunque no estés para verlo
hay nueva sangre para ello,

Ya van dos nuevas noticias
y las que queden por llegar
pues siempre fue de buen hogar
las risas y carreras en las siestas

no sea que el tiempo se pare
y no pueda volver a encontrarte
detrás de la meta de la muerte
deseando con mucha suerte
que esta vez pueda retrasarme.
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